EN LA MENTE DE UN TERRORISTA
"Paradise
Now" es un película que versa sobre un tema que lamentablemente está
de actualidad y cada vez más, tal vez por eso el lleno de la sala en
todas las sesiones fue absoluto. Es un producto interesante (no tanto
como prometía la temática) cuyo mayor problema radica en no echar toda
la carne en el asador, ya que en un tema tan conflictivo y candente
las medias tintas no sirven.
El argumento no puede ser más prometedor, la historia gira en torno
a Khaled y Said, dos jóvenes palestinos amigos desde la infancia a los
que reclutan para llevar a cabo un atentado suicida en Tel-Aviv. Después
de pasar la última noche con sus familias, de las que no les está permitido
despedirse, parten hacia la frontera con los explosivos pegados al cuerpo.
Sin embargo, nada sale como tenían previsto y tienen que separarse.
Solos, deberán enfrentarse a su destino y a sus verdaderas convicciones
morales y religiosas....
Y es que ese planteamiento del conflicto moral de los dos terroristas
podría haber dado a lugar a una reflexión que nos permitiera entender
mejor esta vorágine de sinrazón que se ha extendido como una epidemia
por el mundo entero. Sin embargo, el director prefiere concentrarse
en una trama donde predomina la intriga, tocando tangencialmente el
conflicto político, baste como ejemplo que no se vea ningún muerto ni
ninguna víctima durante la proyección.
Los actores realizan un buen trabajo interpretativo y están francamente
convincentes y el film se sigue con interés, pero cuando termina uno
se queda con la sensación de sólo haber rascado superficialmente el
caparazón, una oportunidad perdida.
Sólo en pequeñísimos momentos y en conversaciones con algunos de los
personajes secundarios parece afrontarse el verdadero debate que debería
plantear la película, pero se pasa de puntillas y sin hacer ruido como
para no molestar a nadie.
Este es un producto de calidad carente de ambición, pero que se deja
ver con atención y tiene incluso escenas irónicas como la de la grabación de los vídeos de los suicidas.
La acogida en el Festival de Cine de San Sebastián por parte del público
fue muy buena, aunque no recibió ningún premio, y es que se elude conscientemente
el tratamiento de malos y buenos e incluso los terroristas capaces de
sentarse en un autobús lleno de civiles y hacer explosionar una bomba
pegada a su cuerpo parecen tener buen corazón...
U.C. (Daniel Farriol)